Algunos recordamos aquellos primeros años como trabajadores como cuenta propia con cierto cariño y un poco de rabia. Estas emociones contradictorias son muy lógicas y aún lo es más decirnos a nosotros mismos que en el trabajo como en la vida; "si volviera a empezar ahora lo haría mejor". Pues bien. Este es tu día de suerte porque algunos que ya nos hemos encontrado con, digamos, estos problemas no nos callamos nada y te explicamos las 5 fases que todo freelance debe vivir y las que tú, de seguro, también vivirás. ¡Enjoy!
1#Quiero ser freelance pero no puedo
Si estás leyendo esto es que te encuentras en este punto. La gran duda aparece al principio, cuando la ilusión todavía es tal que te crees capaz de derribar barreras. ¿Qué sucede en este momento? Comienzas a tener tus primeros proyectos y ya llevas unos 6 meses con un par de clientes fijos. Es entonces cuando te acercas a la "ventanilla única" para saber si eso de ser autónomo es tan complicado como creías en un primer momento. Nada más alejado de la realidad. Un chico muy simpático rellena un formulario por ti y, voilá! Ya eres autónomo según los papeles que te llevas en una carpeta de la cámara de comercio. En ese primer día te sientes como Amèlie paseando por la calle con cara de feliciana. ¡Disfruta de esta sensación! No durará tanto como piensas.
2#Puedo ser freelance...pero no quiero
Durante los primeros 3 años como freelance te sentirás libre. Te sentirás tan libre que, cuando al cuarto año descubras que te has liado con las facturas, con hacienda, con la declaración de la renta, con el IRPF mensual, con todos los gastos complementarios...etc, también te darás cuenta de que esto de ser freelance no era tan bonito como te contaban. De esos 1600 euros - si eres afortunado - que ganes, te quitarán 250 euros de cuota de la seguridad social, el 15%-21% de IRPF de cada factura y deberás pagar un 21% de IVA en declaraciones trimestrales. Entonces, te darás cuenta de que pagar 25 euros al mes a una gestoría fiscal tampoco estaba tan mal. Estarás a pocos pasos de dejarlo y sentirás que te estancas - si es que alguna vez llegaste a ganar lo suficiente como para malvivir -.
3#Bienvenido al mundo del "do it yourself"
Entre los 2-5 años tu mente está en plena ebullición. Ya llevas tiempo en el negocio - sea cuál sea - pero no termina de ilusionarte. Esta fase suele unirse a la fase#2 y, a menudo, conlleva que aprendas en cursos online o que trates de montar tu propia empresa (fracasada). ¿Fracasada por qué? Simple y llanamente porque creerás que lo puedes hacer todo tú solo.
4#Cooperación: "Hasta las narices" del "do it yourself"
Este es un momento importante en la vida de todo freelance. Desde el instante en el que tiene miedo de perder su trabajo, se da un proceso que suele llevar al trabajador por cuenta propia a la saturación y el estrés. Este momento es crucial ya que marcará la diferencia entre trabajar como autónomo - casi siempre dependiente de un puñado de clientes - o emprendedor - apostar por tu propia empresa mientras mantienes tus ingresos como freelance -. Descubres que la clave para tu progreso profesional es la profesionalización.
5#Llegó el momento de montar una empresa, ¡Adiós freelance!
En el mundo del entrenamiento profesional, suele ser un paradigma saber que hay mucho talento en este mundo pero que es la constancia y el tesón lo que diferencia a un buen emprendedor. Es por eso que solo cuando aprendas a trabajar solo, cuando descubras que necesitas a otros para crecer y, ante todo, cuando sepas qué es lo que quieres, conseguirás lo que te propongas. ¿Y qué mejor manera que contagiar tu éxito a otros que invitándoles a formar parte de tu empresa?
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