Mediados de julio. Entramos en el punto caliente del verano y en las fechas donde las oficinas suelen estar menos transitadas que en otros momentos del año, llegando algunas incluso a cerrar completamente. Te las has ganado y las vacaciones están para disfrutarlas, pero hay una serie de cosas que deberemos dejar cerradas antes de “cerrar el chiringuito”.
Si acabas de poner en marcha un negocio, estos consejos te pueden ayudar:
Planifica. ¿Andas con varios proyectos a la vez para uno o varios clientes? Controla bien los timings y si puedes, no dejes el último hito para el día que cierras. Márcate un margen de maniobra por si surgen contratiempos de última hora. En el mundo del diseño gráfico y de la publicidad, por ejemplo, esto es muy común.
Avisa antes y durante. Muchas veces los clientes no ven más allá de lo que tienen entre manos y se olvidan de horarios y demás. Comunica siempre que puedas que durante X días no estarás en la oficina y comunica quién será la persona que lo gestione en tu ausencia en el caso de que no cierres la empresa esos días.
Durante. Algo tan sencillo como una respuesta automática en el e-mail ayudará bastante. En el mensaje deja bien claro durante qué días estarás fuera. Si dejas un teléfono de “emergencias”, te acabarán llamando por cualquier asunto.
Copias de seguridad. Nunca está de más hacer copias de seguridad de los documentos habituales de trabajo y más si vas a cerrar durante unos días. Los robos, desgraciadamente, son habituales en verano. Tener a salvo información confidencial y habitual te ahorrará un buen disgusto.
Dispositivos. Desconecta todos los ordenadores y aparatos eléctricos que tengas. Por otro lado comprueba que está todo bien cerrado (ventanas, grifos y puertas).
Correo. Si tu oficina está en un bloque común, habla con alguien de confianza para que recoja tu correspondencia. De lo contrario, un buzón lleno puede levantar sospechas entre ladrones. En edificios de oficinas suele haber una o varias personas encargadas de gestionar la correspondencia.
Esto es prácticamente lo mínimo que se debería hacer. Como ves, son cinco consejos muy fáciles y muy sencillos. Ahora solo es cuestión de aplicarlos.
¿Algún consejo más?
Si acabas de poner en marcha un negocio, estos consejos te pueden ayudar:
Planifica. ¿Andas con varios proyectos a la vez para uno o varios clientes? Controla bien los timings y si puedes, no dejes el último hito para el día que cierras. Márcate un margen de maniobra por si surgen contratiempos de última hora. En el mundo del diseño gráfico y de la publicidad, por ejemplo, esto es muy común.
Avisa antes y durante. Muchas veces los clientes no ven más allá de lo que tienen entre manos y se olvidan de horarios y demás. Comunica siempre que puedas que durante X días no estarás en la oficina y comunica quién será la persona que lo gestione en tu ausencia en el caso de que no cierres la empresa esos días.
Durante. Algo tan sencillo como una respuesta automática en el e-mail ayudará bastante. En el mensaje deja bien claro durante qué días estarás fuera. Si dejas un teléfono de “emergencias”, te acabarán llamando por cualquier asunto.
Copias de seguridad. Nunca está de más hacer copias de seguridad de los documentos habituales de trabajo y más si vas a cerrar durante unos días. Los robos, desgraciadamente, son habituales en verano. Tener a salvo información confidencial y habitual te ahorrará un buen disgusto.
Dispositivos. Desconecta todos los ordenadores y aparatos eléctricos que tengas. Por otro lado comprueba que está todo bien cerrado (ventanas, grifos y puertas).
Correo. Si tu oficina está en un bloque común, habla con alguien de confianza para que recoja tu correspondencia. De lo contrario, un buzón lleno puede levantar sospechas entre ladrones. En edificios de oficinas suele haber una o varias personas encargadas de gestionar la correspondencia.
Esto es prácticamente lo mínimo que se debería hacer. Como ves, son cinco consejos muy fáciles y muy sencillos. Ahora solo es cuestión de aplicarlos.
¿Algún consejo más?
